Problemas de nuestro desarrollo

 

En los últimos años hemos asistido a un deterioro creciente de las normas sociales en el país, especialmente las referidas a la convivencia pacífica entre los ciudadanos, lo cual se expresa en actos de violencia que cada día nos asombran más por las características que presentan. Hoy ya es frecuente hablar de personas dedicadas a matar por paga, el sicariato, figura desconocida en el pasado reciente en nuestro país y que hoy añade un elemento de preocupación adicional a todos los que de una u otra manera vivimos en este territorio.

Pero a ello hay que agregar  el narcotráfico como un factor que crea incertidumbre. En muchas de nuestras comunidades conviven con nosotros personas dedicadas a esta tarea y muchas veces con su actuar ponen en riesgo nuestra tranquilidad y la de nuestros familiares. Este flagelo ha causado muchos de los grandes problemas que hoy son parte de la cotidianidad del dominicano y las políticas de control implementadas no parecen producir los efectos esperados, ya que cada día son nuevos y más grandes los casos que se presentan, muchos de los cuales quedan en un aparente limbo jurídico y social.

La violencia en el transporte público y privado derivada del incumplimiento de las leyes y normas de civilidad hacen que nuestras calles y carreteras se conviertan en campos de batalla  donde nadie quiere ceder el territorio y muchas veces ocurren accidentes tan extraños como el  intercambio de disparos entre la escolta del Vicepresidente de la República y un general de la policía nacional el cual, felizmente, no produjo daño alguno, más que el susto de los involucrados. En otras oportunidades estos accidentes provocan muertes innecesarias y dolor a la sociedad dominicana. Nos hace falta una profunda educación en los asuntos de vialidad, pero sobre todo, un compromiso de  ciudadanía. Además, es necesario que los instrumentos legales existentes funcionen con carácter permanente: la persecución de los infractores de las leyes de tránsito debe ser continua y recibir el apoyo de la ciudadanía  en su conjunto.

La corrupción es también fuente de violencia. Cuando el común de los mortales observa a personas que se enriquecen tan rápidamente en los cargos públicos que ocupan y la falta de sanción al enriquecimiento ilícito, a muchos les provoca acudir a los mismos mecanismos de obtención de dinero fácil. No es extraño escuchar  a muchos de nuestros conciudadanos decir que fulano es un tonto, cuando al salir de un cargo  la persona “no tiene dinero” y en esa expresión lo que hay es una ausencia de valores. Lo que es bueno, lo que es apropiado es valorado negativamente como una sanción moral. Y sobre esto hay que reaccionar, hay que ofrecerle a la sociedad la oportunidad de valorar los buenos ejemplos, ya sea el de un docente que con su trabajo digno forma generaciones o el de un empresario que  crea riquezas y empleos en beneficio del país.

En esta falta de normas sociales que orienten el buen comportamiento ciudadano es donde hay que buscar el origen de nuestros males. Por ello es urgente que las autoridades competentes, especialmente del sector educativo y cultural, elaboren un plan de acción  para el fomento de los valores,  junto a la sociedad civil, las iglesias, los partidos políticos , los empresarios y, en fin, con todo aquel que se sienta interesado en hacer de nuestra sociedad, una sociedad mejor y más habitable.

El desarrollo de nuestro país requiere de gentes educadas y respetuosas de la ley, en otras palabras, de buenos ciudadanos. La inoperancia del sistema educativo tiene mucho que ver con la ausencia de valores en el comportamiento de nuestros  ciudadanos actuales. Por ello, no se debe escatimar esfuerzos para que el mismo funcione adecuadamente y que todos los habitantes del país puedan acceder a él y desarrollar al máximo sus capacidades intelectuales y morales. Y en gran medida el escaso financiamiento que el sector recibe es causante del bajo nivel educativo de la población. 

Un pueblo educado valora los buenos hábitos alimentarios y de higiene y añora la paz. Por ello, evita tirar a las calles los desperdicios, la basura, valora el buen uso de los recursos naturales, los bienes públicos y respeta las normas de civilidad. Valora lo bueno y lo bello que la vida le ofrece. Por eso es contradictorio ver a muchos de nuestros conciudadanos violar la luz roja de un semáforo y poner en riesgo la vida de los demás, o  la falta de cortesía al no ceder el paso a los peatones. Otros suben sus potentes autos a las aceras o circulan en sentido contrario al tránsito, acciones estas incivilizadas que añaden violencia a nuestra sociedad.

Debemos hacer un alto en esa forma de actuar y pensar las mecanismos más viables para evitar la desintegración de nuestra sociedad. Reitero que la educación es la clave para reorientar el futuro de nuestra sociedad. Y en esto todos tenemos responsabilidades. El Estado debe garantizar la inversión necesaria y la familia  retomar sus fundamentos, los valores  que le dieron origen. Una buena escuela es como un segundo hogar donde los niños adquieren conocimientos, pero sobre todo valores, principios sobre el bien y el mal, sobre lo bello y lo sublime. Debe ser una preocupación de todos lograr que esa escuela basada en los principios esenciales de la vida sea una realidad y que funcione adecuadamente.

Como país debemos retomar los valores que dieron origen a nuestra nación. La solidaridad y el desprendimiento de Duarte deben ser ejemplos para todos nuestros conciudadanos y actuar siempre pensando en el bienestar de los demás. Seremos mejores ciudadanos cuando pensemos siempre el impacto de nuestras acciones en los demás. Aportemos nuestras ideas y nuestro esfuerzo para que todos juntos mejoremos nuestra condición de vida.

Como graduandos ustedes aportarán  su granito de arena para hacer de nuestra sociedad una sociedad mejor, ya que en el ejercicio de su profesión ustedes  pondrán en alto los valores que forman parte de nuestra filosofía institucional y en base a la cual ustedes han sido formados.

 Los conocimientos que ustedes disponen hoy les preparan para entrar al mundo laboral. Sin embargo, no deben dejar de estudiar. El título que hoy reciben es la base fundamental de los estudios de postgrado los cuales son indispensables para obtener un mejor empleo en el mercado de calificaciones.  No olviden, además, los cursos de formación continua que les permiten  mantenerse al día en los avances de su profesión. Recuerden que el hombre aprende toda la vida  y nunca deben desperdiciar la ocasión de hacerlo. En ello está la garantía de ser un profesional mejor a tono con los cambios que se producen en la sociedad.  

No obstante, una última recomendación. Si bien ustedes están en condiciones de ejercer  en su campo profesional en una empresa pública o privada, lo ideal es que ustedes se den como meta crear su propio empleo, es decir,  crear su oficina o empresa  y tratar, por todos los medios lícitos  a su alcance, de desarrollarla creando riquezas y nuevos empleos.  

A todos y a todas muchas felicidades.

 (Discurso pronunciado en la graduación del Recinto Cibao Oriental, Nagua, el viernes 18 de Junio del 2010)



2 Responses to “Problemas de nuestro desarrollo”

  1. Ana Ramona Mesa Ramirez Says:


    Visit Ana Ramona Mesa Ramirez

    Bendiciones de dios para todos (as). Mi comentario sobre el articulo “Problemas de Nuestro Desarrollo”, (publicado el miércoles, 16/ 6 / 2010)

    Estamos concientes y es visible la situación de incertidumbre, de peligro de delincuencia de violencia que esta viviendo nuestra nación y en otros países.

    Escuchar de bandas de adolescentes matando en seri es alarmante y de verdad tenemos que reflexionar. ¿Qué les faltan a esas personas jóvenes jovencitos para que haya un deterioro tan inminente en nuestro medio? Es verdad que nuestros valores están solo en un pedestal no en nuestras mentes y nuestros corazones, no en nuestras acciones y aptitudes.

    ¡OH tendríamos que clamar a nuestro dios! Misericordia, sálvanos.

    Señor:

    De veras que hay situaciones difíciles en el transporte en los que contratan el sindicato, en nuestra forma de tratarnos sin amor ni compresión. ¡Cuanto nos falta educarnos! O preguntarnos ¿Cuáles padres y madres hay hoy que le leen las normas establecidas en la palabra de Dios? Porque a lo que es malo se le llama bueno y a lo bueno se le llama malo.

    Las autoridades que tenemos delante no son confiables; entonces nosotros los educadores debemos seguir fermentando los valores cristianos, educaciones y no cansarnos mientras tengamos vida.

  2. Maria Bernarda Browon Says:


    Visit Maria Bernarda Browon

    PROBLEMAS DE NUESTRO DESARROLLO

    Discurso pronunciado en la graduación del Recinto Cibao Oriental, Nagua, el Viernes 18-06-2010

    Cada día nos asombramos mas de la magnitud de los actos de violencia que estamos viviendo en nuestra sociedad, a estos se le suma el narcotráfico que cada día más se agiganta y que lo tenemos a nuestros ojos en cada esquina de cualquier barrio, urbanizaciones, comunidades, pueblos entre otros. Tenemos los desordenes de transito que cada día cobran la vida a cualquier transeúnte es otro de nuestros males que nos afectan y la imprudencia de que cualquier ciudadano que se le roce un vehiculo inmediatamente saca un arma sin respecto alguno matando a quema ropa, también los cargos políticos están a la orden del día muchos se enriquecen de la noche a la mañana, mientras que un policía o maestro que velan por la vida y la educación y la enseñanza de otros ciudadanos, tienen un sueldo de miseria, vemos como nuestros valores se pierden, por eso debemos unirnos sectores que puedan dar un alto a estos males, el sector educación junto con otras entidades como iglesias, clubes culturales y familias que retornen a sus valores principales para acabar con esos problemas.


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